En 1984, Glenn Frey lanzó la canción “The Heat is On” para apoyar la película Beverly Hills Cop. Al haber crecido en los años 80, sólo necesito escuchar el título de esta canción y todavía puedo evocar inmediatamente la melodía e incluso la letra. La introducción de la canción se convierte en una melodía pegadiza que habla de la presión, las sombras y el “calor” omnipresente en la calle. Aunque el sector de los préstamos hipotecarios de los años 80 no se parece mucho a nuestras experiencias actuales, algo en lo que todo el mundo puede estar de acuerdo es que hay mucha presión y calor en nuestras calles.
En el entorno de las hipotecas residenciales de hoy, estamos viendo un conjunto único de circunstancias que se han superpuesto. Esto ha creado una presión y una urgencia que no se había visto antes en esta medida y que aporta un “calor” palpable a todos los segmentos de la industria.
A lo largo de 2020 y 2021 hemos visto cómo se disparan los volúmenes de préstamos como consecuencia de unos tipos históricamente bajos, un aumento de la actividad de los inversores y una gran cohorte de compradores de primera vivienda disponibles. A esto se suma la escasez crítica de materiales de construcción necesarios para respaldar la demanda de los consumidores y el limitado inventario de viviendas que ha llevado los precios de las mismas a niveles nunca vistos. Todo ello con una vertiginosa revalorización de los precios año tras año de casi el 20%, según el índice Case Shiller más reciente. El calor está definitivamente encendido.
Impacto del trabajo a distancia
La gran historia de éxito de principios de 2020 fue el giro del sector de los préstamos hipotecarios hacia el trabajo desde casa, lo que supuso un fuerte impulso para la economía en general, acogiendo el auge de las refinanciaciones y manteniendo vivo el sueño americano de ser propietario de una vivienda. Pero la presión para innovar y adaptarse nunca ha sido mayor. Los prestamistas están equilibrando la necesidad de gestionar volúmenes históricos y, al mismo tiempo, de adoptar rápidamente los avances tecnológicos necesarios para seguir siendo competitivos. Las tiendas de muchos prestamistas se sienten como si estuvieran al límite. Sin que se vislumbre una ralentización, la presión para mantener la cuota de mercado y gestionar las expectativas de los consumidores sólo va a aumentar el calor en la calle.
La gestión de los altos volúmenes y la contención de la competencia son consideradas por la mayoría de los prestamistas como las mayores amenazas para el margen de beneficios, según la Encuesta de Sentimiento de los Prestamistas de Fannie Mae publicada en el tercer trimestre de 2021. La falta de inventario y la asequibilidad están pesando sobre los prestatarios, como demuestra la encuesta nacional sobre la vivienda publicada recientemente por Fannie Mae.
El fraude aumenta
En un entorno de mercado en el que cada vez es más difícil que los prestatarios cumplan los requisitos para obtener un préstamo, aumenta la presión para falsificar los ingresos, el empleo, las responsabilidades o la ocupación. Los defectos a nivel de préstamo están aumentando, así como el número de informes de actividades sospechosas que presenta el sector de los préstamos y que pueden atribuirse a la falsificación de la calificación. Esta actividad puede basarse en la participación consciente o inconsciente del consumidor o de otras partes de la transacción.
Del mismo modo, también estamos viendo recientemente en los tribunales esquemas de fraude con fines de lucro en los que constructores y corredores sin escrúpulos se han aprovechado de los consumidores que están desesperados por comprar una propiedad. En casos recientes se han visto casos de comisiones por adelantado, fraude electrónico, blanqueo de dinero y actividad de esquemas Ponzi, todos ellos resultado de mantener un estilo de vida construido sobre fabricaciones. Estos delitos a menudo han provocado que tanto los consumidores como los prestamistas sean defraudados y pierdan importantes sumas de dinero.
Independientemente de los vectores de ataque, nuestra industria depende de la confianza en la integridad de sus transacciones. Garantizar la seguridad y la solidez de las operaciones hipotecarias residenciales es uno de los pilares de los préstamos actuales. A medida que los prestamistas navegan entre las muchas presiones a las que se enfrentan, va a ser crucial que busquen soluciones que equilibren la mejora del flujo de trabajo sin pagar el coste de asumir un riesgo adicional. Por lo tanto, este recordatorio, para permanecer centrado cuando el “calor está encendido”, servirá a nuestra industria en los próximos meses.
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Impact of remote work
The great success story of early 2020 was the mortgage lending industry’s pivot to working from home, providing a strong boost to the overall economy, embracing the refinance boom, and keeping the American Dream of home ownership alive and well. But the pressure to innovate and adapt has never been greater. Lenders are balancing the need to manage historic volumes while moving quickly to adopt technology advancements necessary to remain competitive. Many lenders’ shops feel as though they have been stretched to the breaking point. With no slowdown in sight, the pressure to maintain market share and manage consumer expectations is only going to increase the heat on the street.
Managing high volumes and holding off the competition are seen by most lenders to be the biggest threats to profit margin, according to the Fannie Mae Lender Sentiment Survey released in Q3 of 2021. The lack of inventory and affordability is weighing on borrowers, as evidenced by the National Housing survey recently published by Fannie Mae.
Fraud is increasing
In a market environment where it is increasingly difficult for borrowers to qualify for a loan, the pressure to falsify income, employment, liabilities or occupancy are increased. Loan level defects are increasing, as are the number of Suspicious Activity Reports being filed by the lending industry which may be attributed to qualification misrepresentation. This activity may rely on witting or un-witting participation of the consumer or other parties to the transaction.
Similarly, we are also seeing fraud for profit schemes recently in the courts where unscrupulous builders and brokers have taken advantage of consumers who are desperate to purchase property. Recent cases have seen instances of advance fees, wire fraud, money laundering and Ponzi-scheme activity which all resulted from maintaining a lifestyle built upon fabrications. These crimes often resulted in the consumers and lenders alike being defrauded and losing significant sums of money.
Regardless of the attack vectors, our industry relies on confidence in the integrity of its transactions. Ensuring the safety and soundness of residential mortgage originations is a pillar of lending today. As lenders navigate through the many pressures they face, it’s going to be crucial that they look for solutions that balance workflow improvement without paying the cost of taking on additional risk. So, this reminder, to remain focused when the “Heat is On,” will serve our industry well in the coming months.
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